Los cascos de alpinismo se fabrican principalmente con dos tipos de materiales: plástico ABS para una carcasa exterior dura y resistente, y poliestireno expandido o polipropileno para el forro interior amortiguador. Los cascos también pueden incorporar materiales compuestos, como el carbono o la aramida (Kevlar), para reducir el peso y aumentar al mismo tiempo la resistencia.
Un casco debe ser cómodo y permanecer estable en la cabeza, sean cuales sean las condiciones de la ascensión. Para ello, es esencial elegir un casco con un sistema de ajuste preciso y fácil de utilizar, incluso con guantes. Los cascos con mandos de ajuste en la parte posterior son especialmente apreciados por su capacidad de adaptarse con precisión a las diferentes tallas y formas de cabeza.
La ventilación es un criterio importante, especialmente durante esfuerzos prolongados o en condiciones calurosas. Unas ventilaciones suficientes y bien situadas reducen la condensación en el interior del casco y mejoran el confort térmico. Algunos modelos ofrecen opciones de ajuste de la ventilación, lo que puede suponer una gran ventaja en diversos entornos.
Para los montañeros avanzados, la compatibilidad del casco con otros equipos es crucial. Comprueba la facilidad con la que puedes acoplar un frontal, unas gafas o incluso una máscara. Algunos cascos están diseñados específicamente para permitir que estos accesorios se acoplen con facilidad y seguridad.
El casco que elijas debe cumplir las normas de seguridad vigentes. En Europa, la certificación CE EN 12492 garantiza que el casco ha sido probado y homologado para el alpinismo. Esta norma garantiza que el casco puede resistir varios tipos de impactos y fuerzas. Compruebe siempre que el casco sea reciente y no haya sido retirado del mercado o denunciado por defectos de fabricación.
La durabilidad de un casco también es un factor a tener en cuenta. Un casco bien mantenido puede durar muchos años, pero es aconsejable sustituirlo tras un impacto grave o cada 3 o 5 años, según el uso. La inspección periódica en busca de signos de desgaste o daños es crucial para garantizar la seguridad. La limpieza debe realizarse de acuerdo con las instrucciones del fabricante, normalmente con agua tibia y jabón suave, y el casco debe guardarse alejado de la luz solar directa y del calor.
Elegir el casco adecuado para practicar alpinismo no es una decisión que deba tomarse a la ligera. Es esencial tener en cuenta la seguridad, la comodidad y la compatibilidad con el resto del equipo. Un casco bien elegido no sólo aumentará su seguridad en la montaña, sino también su disfrute, permitiéndole concentrarse plenamente en la escalada. Tómese su tiempo para probar diferentes modelos y asegúrese de que el casco que elija satisface todas sus necesidades específicas como montañero avanzado.