Existen tres tipos principales de cuerda utilizados en alpinismo: simple, doble y gemela. Cada tipo tiene sus propias características específicas que satisfacen diferentes necesidades en la montaña.
Cuerdassimples: Están diseñadas para ser utilizadas solas y suelen ser las más gruesas, con un diámetro que suele oscilar entre 9 y 11 mm. Estas cuerdas son ideales para ascensiones en las que la línea de progresión es directa, sin necesidad de rápeles frecuentes ni cuerdas paralelas.
Cuerdasdobles: Más finas (entre 8 y 9 mm de diámetro), se utilizan por parejas, lo que permite enganchar alternativamente cada cuerda en los puntos de anclaje para reducir los tirones y aumentar la seguridad en caso de caída de rocas o hielo sobre una de las cuerdas. Son preferibles para recorridos sinuosos, travesías o terrenos en los que el riesgo de rozamiento de la cuerda es elevado.
Cuerdasgemelas: También se utilizan por parejas, pero a diferencia de las cuerdas dobles, los dos cabos deben unirse en cada punto de anclaje. Se trata de las cuerdas más finas, a menudo inferiores a 8 mm, que ofrecen una ligereza apreciable pero un nivel de seguridad inferior al de las cuerdas dobles.
Diámetro y peso: La elección del diámetro de la cuerda dependerá del uso específico (simple, doble o gemela) y del compromiso entre resistencia y ligereza. Las cuerdas más gruesas suelen ser más resistentes y amortiguan mejor los golpes, mientras que las más finas son más ligeras y fáciles de manejar.
Longitud: La longitud de la cuerda debe elegirse en función de la longitud de las rutas previstas. Las longitudes estándar oscilan entre 30 y 80 metros. Para el alpinismo, donde pueden ser necesarios rápeles, se suele recomendar una cuerda de 50 metros o más.
Tratamiento de la superficie: Los tratamientos de la superficie, como la funda seca o el alma seca, mejoran la resistencia de la cuerda al agua y la suciedad, algo esencial en entornos helados o húmedos. Una cuerda tratada será más duradera y conservará mejor sus prestaciones en condiciones difíciles.
Resistencia a los golpes: Este criterio indica cuánta energía puede absorber la cuerda antes de romperse. Una cuerda con buena resistencia a los golpes ofrece mayor seguridad al escalar.
Número de caídas sufridas: Es un indicador de la durabilidad de la cuerda ante caídas repetidas. Una cuerda de alpinismo debe poder soportar varias caídas fuertes.
Revisiones regulares: Antes y después de cada salida, inspeccione minuciosamente su cuerda en busca de cortes, deshilachados o puntos rígidos. La inspección visual y táctil puede revelar daños internos ocultos.
Almacenamiento adecuado: Guarde la cuerda en un lugar seco y protegido de la luz solar directa. Evite dejarla cerca de productos químicos o fuentes de calor.
Manipulación y uso: Tenga siempre cuidado al utilizar la cuerda. Evite pasarla por bordes afilados y utilice protectores de cuerda cuando sea necesario.
En conclusión, la elección de una cuerda para alpinismo debe guiarse por una comprensión clara de sus necesidades específicas, teniendo en cuenta el tipo de alpinismo practicado, las condiciones ambientales y su propio nivel de habilidad. Invertir en la cuerda adecuada no sólo aumentará su seguridad, sino también su disfrute de la montaña.